Viajar con mi gato en avión es una de las situaciones que menos me apetecen por lo mal que lo pasa. Sé que lo sufre y que se trata de un estrés brutal, y aunque depende de cada minino, todavía no he conocido a uno solo que lo lleve bien encerrado en un aeropuerto. A pesar de ello, el viaje puede ser tranquilo y relajado si se toman las medidas adecuadas, y eso es lo que te voy a explicar en este artículo.
Cómo hago para viajar con mi gato en avión (y que todo salga bien)
Por mi trabajo tengo que vivir algunas temporadas en otros países y, como es lógico, mis gatos se vienen siempre conmigo durante estos meses. Eso ha causado que a lo largo de los últimos 10 años haya pasado por todo tipo de situaciones y problemas variados a la hora de viajar con mi gato en avión. Por suerte, la mayoría son evitables con el conocimiento adecuado, y los he podido resumir en 7 puntos clave que te permitirán llevar a tu mascota en avión y que todo salga bien.
Los 7 puntos clave para viajar con tu gato en avión
A la hora de viajar con tu gato en avión, la primera norma siempre es que solo se debe hacer el vuelo si es completamente imprescindible. Para los mininos se tratará de un día extremadamente estresante y, si se puede evitar, mejor.
Sin embargo, hay situaciones en las que es inevitable, como puede ser un cambio de residencia a otro país. En esos casos no hay más remedio que viajar con tu gato en avión y te voy a contar todo lo que necesitas saber para que todo salga bien.
Usa un transportín que cumpla las limitaciones de la aerolínea (si permiten gatos)
Aquí empieza el lío. Para empezar, no todas las aerolíneas permiten viajar con gatos; algunas como Ryanair o EasyJet lo tienen terminantemente prohibido y no será posible meter a tu minino en el avión ni pagando un extra. No obstante, la mayoría sí lo permiten (ya sea gratis o abonando un suplemento), y con esas compañías lo que tienes es que comunicarte cuanto antes para pedirles todas las restricciones o normativas aplicables al transporte de animales de compañía, siendo la más importante de todas ellas el tamaño máximo del transportín.
¿Y por qué digo el tamaño máximo? Porque, como es lógico, cuanto mayor sea el espacio que tenga, mejor pasará el viaje en avión tu gato. Por ello, lo ideal es ajustarte al máximo a las limitaciones máximas de la aerolínea. ¡Confort para tu minino!
Respecto al tipo de transportín no hay una recomendación clara sobre un tipo u otro. Usa el que más te guste o el que mejor se adapte a tu gatito, ya sea rígido o flexible. Personalmente prefiero los de tela porque son más versátiles, pero si tienes uno de plástico por casa y cumple con lo que necesites, eso que te ahorras.
Última actualización el 2024-11-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Relaja a tu gato con feromonas artificiales
Sin embargo, el problema es que las feromonas necesitan un enchufe, ¿verdad? Eso era así hasta hace poco tiempo, pero ahora tienes la posibilidad de aplicarlas en spray. ¡Y es justo lo que necesitas para viajar en avión con tu gato y que todo salga bien!
Con un bote es más que suficiente para uno o dos vuelos largos. Justo antes de salir para el aeropuerto, rocía bien el transportín que vayas a utilizar. Después, cada 60 o 120 minutos, aplica una leve cantidad de feromonas para que tu gato siga relajado y tranquilo durante todo el trayecto. Y para terminar, cuando llegues al destino, echa lo que quede del spray por vuestra nueva ubicación para facilitar la adaptación de tu minino. La diferencia es la noche y el día.
- Proporciona confianza a los gatitos y gatos, ayudándoles a sentirse tranquilos y seguros
- Proporciona confianza a los gatitos y gatos, ayudándoles a sentirse tranquilos y seguros
Última actualización el 2024-11-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Agua y comida sí, pero en cantidades reducidas
Ya hemos hablado en otras ocasiones en Cuidados Para Mascotas de lo importante que es la hidratación en gatos para evitar los problemas renales. Qué digo importante… ¡importantísimo! Se trata de la principal causa de fallecimiento a partir de los 10 años de edad, ahí es nada. Sin embargo, hay excepciones puntuales, y una de ellas son los viajes en avión.
Si tu minino lleva demasiada agua en el organismo lo pasará peor porque querrá hacer pipí con frecuencia (y no podrá o no lo hará con facilidad). Está bien darle algo de agua de vez en cuando si notas que puede tener sed (sobre todo en trayectos largos), pero que sea lo menos posible. Y con la comida pasa exactamente lo mismo, conviene que tu mascota viaje en avión en ayunas para evitar el proceso digestivo y de paso reducir las posibilidades de que tenga que pasar por un arenero… que no tiene.
Por supuesto, estos dos consejos solo se aplican para el viaje. Una vez lleguéis a destino vuelve la vida normal para él, con un extra de hidratación para compensar todo lo que no ha podido beber.
Arnés de seguridad, obligatorio dentro del aeropuerto
Sin embargo, en la gran mayoría de los aeropuertos te exigirán que tu gato tenga el arnés puesto cuando salga del transportín, algo que tendrá que hacer con casi total seguridad para embarcar. De no llevarlo, te expones a una multa importante. Después del control podrás meterlo de nuevo y quitárselo, aunque yo no te lo aconsejo. Es mejor que viaje con él puesto y de esa forma te evitas líos y problemas.
Apuesta por un arnés antiescape, cómodo y ajustable, pues son los mejores para todo tipo de mininos. Los arneses muy finos o que no son contra los escapes en absoluto son aconsejables. Recuerda que tu mascota es pura habilidad y puede quitárselo o sacárselo sin mayores problemas como se ponga cabezón. Y lo es.
Última actualización el 2024-11-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Prioriza los vuelos directos frente a las escalas
Sé que hay conexiones complicadas y que a veces los vuelos directos pueden ser mucho más caros con respecto a coger una o dos escalas. Y es completamente lógico pensar en hacer una parada en Países Bajos, Alemania o Dubai con el objetivo de ahorrar en el coste total del vuelo. Pero viajando con tu gato no es una buena idea en absoluto.
Salvo casos extremos en los que el coste del vuelo directo sea prohibitivo, si viajas con tu gato dale prioridad máxima al vuelo directo. Cada minuto que tu minino pase en el aeropuerto implica un estrés para él que debes evitar a toda costa.
Además, añadir escalas a tu vuelo hará que tengas que pasar más veces por zonas con mucha gente, que embarcar en varias ocasiones, y que arriesgarte a que tu gato tenga que viajar en la bodega y no contigo en el avión una vez más. En absoluto merece la pena cuando lo que está en juego es la salud de tu mascota.
Documentación obligatoria para tu gato requerida por el país de destino
Hoy día es raro que un minino no tenga papeles en regla, incluso aunque sea encontrado por la calle. La gran labor de nuestros amigos veterinarios para la regularización de todas las mascotas lo ha hecho posible. Sin embargo, cuando quieres viajar en avión con tu gato a otro país, la situación cambia de forma drástica; cada territorio puede decidir los papeles que necesitas adjuntar para poder entrar con tu mascota.
Por ejemplo, algunos países requieren el pasaporte de mascota (como todos los europeos), otros exigen determinadas vacunas y desparasitaciones, incluso pueden pedir microchip. Hay decenas de casos distintos y es imprescindible que tengas bien claro todo antes de llegar al país de destino. Si no lo haces así, el problema cuando aterrices puede ser muy grave, ya que no te dejarán pasar con tu pequeño felino.
La forma más sencilla de averiguar qué necesitas para viajar con tu gato a un país determinado es llamar a la embajada española de esa nación. Tranquilo, sin duda no eres la primera persona que viaja con su mascota, están acostumbrados y rápidamente te dirán qué necesitas llevar para poder pasar la frontera sin problemas.
Paciencia, comprensión y mucho cariño durante todo el camino
Háblale con mucha frecuencia, dale caricias por el transportín, intenta situarte en zonas donde haya menos gente y ausencia de ruidos, paga una zona VIP de forma excepcional si lo consideras apropiado…
Que el viaje salga mal o bien no depende de ti en muchos aspectos. Sin embargo, todo lo que esté en tu mano, hazlo. Piensa que tu mascota está haciendo un esfuerzo mucho más grande que tú en todo momento y lo mínimo es corresponderle. ¡Ánimo a los dos!
Un truco final: al llegar a casa, no olvides darle comida húmeda para gatos. Les encanta, ayuda a corregir la deshidratación del viaje y facilitará su adaptación al destino.