El virus de la inmunodeficiencia felina, también conocido como SIDA felino, es una de esas enfermedades que dan miedo por no tener cura. Sin embargo, a pesar de toda la información que tenemos disponible en la red, las confusiones y dudas al respecto del VIF son frecuentes. Por ello, vamos a eliminarlas todas de un plumazo, para que solo sepas lo que tienes que saber.
Virus de la inmunodeficiencia felina: todas tus dudas resueltas
En este artículo repasaremos a fondo la sintomatología del SIDA felino o VIF, su tratamiento, el diagnóstico y las opciones de convivencia que tienen varios gatos si alguno de ellos está contagiado. Además, hablaremos de la adopción de un gato con VIF (sí, es posible adoptarlo y por supuesto es recomendable) y resolveremos algunas otras cuestiones relevantes sobre esta enfermedad. ¡Vamos a por ello!
¿Qué es el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF)?
El virus de la inmunodeficiencia felina, también conocido como el SIDA de los gatos, es una infección de tipo vírico que debilita el sistema inmune de los gatos y causa problemas de salud a corto, medio y largo plazo. Además, es necesario destacar que una vez el virus se hospeda en el animal, permanece dentro de su organismo a lo largo de toda su vida, si bien puede estar desactivado y no causar problema de salud alguno en el portador.
IMPORTANTÍSIMO: el virus de la inmunodeficiencia felina NO se transmite entre gatos y humanos. Un gato con VIF puede convivir sin ningún problema en tu casa, y de hecho, con una seroprevalencia media de entre un 1 % y un 5 % como existe en la actualidad, están en millones de casas sin causar ningún perjuicio a los cohabitantes.
Este virus no es nuevo. Fue descubierto en el año 1986 y hay distintas cepas contra las que se trabaja para lograr una vacuna efectiva, algo de lo que hablaremos más adelante con todo detalle.
¡Atención! No lo confundas con el virus de la leucemia felina
Confundir el virus de la leucemia felina (FeLV) con el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) es un error muy habitual. Pero no tienen nada que ver el uno con el otro.
El virus de la leucemia felina es agresivo con el organismo de los mininos y suele conllevar la muerte del animal en un periodo de meses o pocos años. Sin embargo, el VIF o SIDA felino puede estar presente en el animal durante toda la vida del gato y no causar un fallecimiento hasta bien entrada la vejez del animal.
Contagio del VIF: así se produce
La forma de contagio típica del VIF entre gatos es mediante mordedura (al pasar de la saliva del portador a la sangre del receptor) o, de forma alternativa, por transfusión sanguínea (sangre a sangre). Es decir, es realmente complejo que se contagien salvo en peleas severas, ya que además el virus vive muy poco tiempo fuera de su hospedador.
Si conviven varios gatos y alguno es positivo en el virus de la inmunodeficiencia felina, es aconsejable que no compartan comedero y bebedero. Aunque la transmisión es casi imposible de esa forma (algunos estudios apuntan a que hace falta una carga vírica hasta 10000 veces mayor que la habitual para poder generar contagio), mejor evitar el riesgo, ¿no crees?
Entonces, ¿pueden convivir un gato infectado con otro sano sin problema?
Una de las peores consecuencias del virus de la inmunodeficiencia felina aparece cuando, tras un positivo, ese animal es abandonado. E incluso hay quien va a veterinario preguntando si puede sacrificarlo. ¡Qué lástima!
Los gatos que dan positivo en VIF pueden convivir sin problemas con otros que no son portadores del virus. Y el riesgo de contagio es mínimo si sigues estos consejos:
- Utiliza comederos y bebederos diferentes para cada gato.
- El arenero también debe ser único para cada minino.
- Vigila que no haya peleas agresivas entre ellos y ponles remedio si es el caso.
- La esterilización es una opción a considerar por limitar las actitudes violentas y las salidas al exterior.
Lo que en ningún caso se debe plantear (y por desgracia hay mucha gente que lo pregunta) es la opción de la eutanasia. Con las precauciones adecuadas y un testeo habitual de los gatos sanos, la situación es sostenible aunque uno de ellos sea portador de la enfermedad. Recuerda que siguiendo las pautas adecuadas el riesgo de contagio es realmente bajo.
Adoptar un gato con VIF: ¿tiene sentido?
Es habitual que haya algunas protectoras y casas de acogida de gatos en los que alguno tenga VIF. Y por supuesto la mayoría de la gente no los quiere. ¡Qué lástima!
Es importante tener en cuenta que al adoptar un gato con VIF, sobre todo si no va a convivir con otros gatos, estás haciendo una acción positiva doble. Tanto si es portador de la enfermedad de forma asintomática como si la ha desarrollado, le espera una larga vida por delante, así que dale una oportunidad. No te arrepentirás.
Diagnóstico del virus de la inmunodeficiencia felina
El virus de la inmunodeficiencia felina es muy similar en su comportamiento al SIDA que padecemos los humanos. Su funcionamiento en el organismo es casi idéntico; debilita el sistema inmune de forma progresiva y anula algunas de las funciones vitales con el paso del tiempo. Además, también pueden tenerlo sin ningún tipo de síntoma o perjuicio a nivel de salud, como nos pasa a nosotros.
Las 4 fases por las que puede pasar un gato con inmunodeficiencia felina:
- Asintomática: el virus ya está instalado en el animal, pero no hay signo alguno de la enfermedad. Esto hace imposible su detección.
- Inicial: se inflaman los ganglios, el gato se muestra más apático de lo normal y puede tener fiebres recurrentes. Pérdida de peso. Aparecen también problemas en la piel como pérdida de pelo localizada y rojeces en la piel.
- Aguda: cualquier infección se vuelve un problema por el descenso de las defensas. Malas digestiones, vómitos y diarrea. Esta fase puede ir y venir, durando entre 2 y 6 días por lo general.
- Final: sistema inmune al límite de su debilidad. Imposibilidad de procesar nutrientes y en la mayoría de los casos el animal acaba falleciendo por la pérdida de peso.
En definitiva, todo se resume a prestar atención al comportamiento diario de tu minino. ¿Vomita o tiene más diarreas de las habituales? ¿Está débil y no quiere jugar? Alarmas encendidas y visita al veterinario cuanto antes. En la consulta le harán un test (ahora se suele hacer siempre el combinado con la leucemia felina) con el que saldrás de toda duda en muy poco tiempo.
El mejor tratamiento para gatos diagnosticados con VIF
Si tu gato ha sido diagnosticado con el virus de la inmunodeficiencia felina no es hora de lamentaciones. Hay que actuar. No dejes pasar ni un solo día. Y es que a pesar de que no haya un tratamiento efectivo contra este virus, eso no quiere decir que no puedas llevar a cabo múltiples estrategias para mejorar la calidad de vida de tu minino y alargar sus días a tu lado.
Como bien sabrás a estas alturas del artículo, lo que hace el VIF es debilitar el sistema inmune de tu mascota. Así que todos tus esfuerzos tendrán que ir dirigidos en la dirección opuesta: fortalecerlo. Por desgracia, los antivirales probados en humanos como el AZT, no funcionan con los felinos de la misma forma; carecen de efectividad salvo en las primeras etapas del desarrollo de la enfermedad.
Para lograr que su sistema inmune sea lo más resistente posible (a pesar del VIF) es imprescindible darle a tu gato una alimentación sin cereales de la máxima calidad posible. Además, es aconsejable emplear un fortificador o potenciador del sistema inmune, que complementará al alimento y hará que esté todo lo fuerte posible dentro de la enfermedad.
Tampoco te olvides de los factores ambientales y su tremenda importancia. Nada de peleas entre gatos en casa, tampoco discusiones o broncas con gritos que puedan afectarle a nivel psicológico. Y por supuesto juega todo lo posible con él siempre que sea posible para mantenerlo activo; que esté enfermo por VIF no quiere decir que no disfrute y se beneficie de pasarlo bien y estimular sus sentidos más básicos.
Última actualización el 2024-11-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Vacuna contra el SIDA felino o VIF
Esta vacuna no ha demostrado todavía tener una eficacia alta. De hecho, no está probada al 100 % contra la cepa europea y se han visto casos de gatos vacunados que dan positivo en test de VIF.
Si tu gato va a salir con frecuencia puede ser interesante vacunarlo. Se administra en tres dosis iniciales y, tras ello, debes ponerle una dosis de recuerdo cada año. En cualquier caso, en el calendario de vacunación de tu gato tendrás todos los detalles y las dudas al respecto te las resolverá a la perfección tu veterinario.