Muchos de los que tenemos un perro también amamos el running. ¿Por qué no juntar dos de nuestras mayores pasiones y salir a correr con tu perro?
Conocer estos cinco consejos para salir a correr con tu mejor amigo te permitirá evitar algunos errores típicos y disfrutar de unas carreras maravillosas en compañía.
Además se convertirá en una de las rutinas preferidas de tu perro. Recuerda que él adora estar a tu lado.
Cinco consejos para correr con tu mejor amigo
Puede que hayas llegado aquí convencido de que hoy mismo sacarás a tu perro a correr a tu lado. Es normal pensar que todos los perros son aptos para el deporte por naturaleza. Sin embargo no siempre es así.
Hay varios factores que deberás tener en cuenta para compartir esta afición y que ambos lo disfrutéis, evitando siempre el sufrimiento del animal.
Si vas a empezar a correr con tu perro, o si ya lo haces pero tampoco te habías informado demasiado sobre ello, esto te interesa.
1. Cómo saber si tu perro es buen candidato para correr contigo
Todos los perros pueden correr, de eso no nos cabe la más mínima duda. Está en su naturaleza y de hecho les encanta, pero no todas las razas están preparadas para correr al lado de un humano.
Los peor adaptados
Las razas de perro que peor se adaptan a salir a correr con una persona son sin duda aquellas de morro corto.
En el caso de los perros pequeños como por ejemplo los yorkshire, correr contigo tampoco será su actividad favorita (salvo que vayas muy muy despacio). La corta longitud de su zancada y su poca adaptación al deporte los hacen candidatos ideales para pasear tranquilamente o caminar, pero no para correr contigo.
Los que disfrutarán corriendo a nuestro lado
En el lado opuesto de la balanza tenemos a los perros que parecen haber sido creados para correr como gacelas.
Si tu perro es de pelaje corto, tiene el hocico alargado y una buena zancada, entonces es un candidato ideal para disfrutar de largas carreras a tu lado.
Mi consejo siempre es que vayas muy poco a poco con tu perro y que vayas observando su adaptación sobre la marcha. Nunca mejor dicho.
No es lo mismo la tranquila vida con paseos diarios que ejercitarse de una forma activa. No puedes pretender que, de un día para otro, tu perro te siga el ritmo corriendo si tú estás entrenado.
Debes observar su respiración, cuándo va cómodo o cuándo quiere aflojar un poco la marcha. Del mismo modo deberás valorar cuanta distancia o tiempo es capaz de compartir contigo disfrutando. Puede ir muy bien al principio y de repente bajar el ritmo sustancialmente. Está cansado, no lo fuerces, podría lesionarse.
Pues hazlo igual: poco a poco, incrementando ritmo y distancias progresivamente y con comprensión, cariño y apoyo.
2. Equipa a tu perro para correr con libertad
El can debe salir a correr cómodo y tener sensación de libertad para disfrutar este hobby.
Puedes pensar que cualquier correa sirve para correr, pero no es así. Del mismo modo que tú no saldrías a correr con vaqueros y camisa, tu perro requiere de un equipamiento lo más adaptado posible a la actividad que va a realizar.
Lo más cómodo y práctico será siempre un arnés ergonómico y una correa que se estire.
Arnés ergonómico ajustable
Un arnés apto para la práctica del running con un perro debe ser completamente ajustable, que se adapte a la forma del cuerpo del animal y no le moleste al moverse.
No tienes que hacer un gran desembolso. Por menos de 30 euros puedes encontrar un arnés de este tipo para perros de todos los tamaños. No dudes de que un sencillo arnés hará que disfrute mucho más de este momento contigo.
Última actualización el 2025-01-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Julius K-9, la opción de moda
Además puedes usar un cinturón para ti, de ese modo no tendrás que llevar la correa en la mano todo el tiempo. Tienes varios modelos desde 12 euros en este enlace, alguno incluso te permite llevar una botella con agua y las llaves de casa.
- Tamaño: Circunferencia del pecho: 49-67 cm. Peso del perro: 7-15 kg. Para conocer nuestros productos, visita nuestra Amazon Store.
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3. Si aún es un cachorro, mejor esperar
Cuando tu perrito es pequeño (y probablemente hiperactivo) resulta tentador sacarlo de casa un rato y llevárnoslo a correr unos kilómetros. Así vamos «gastándole las pilas» para que nos deje dormir tranquilos.
Puede parecer una buena idea para calmar sus ansias de jugar a todas horas, pero la realidad es la opuesta: un cachorro no debe ir a correr contigo bajo ninguna circunstancia.
Completar su desarrollo es clave
Los perros que aun no han alcanzado la edad adulta tienen un sistema muscular y esquelético en desarrollo, es perjudicial someterlos a un ejercicio fuerte como el running.
Aunque te parezca que puede estar listo (por los juegos y carreras que disfrutáis en vuestra casa o en el jardín), no es lo mismo jugar en casa que dar miles de zancadas en linea recta con el impacto que ello conlleva en músculos y articulaciones.f
Un humano corriendo pisa el suelo unas 80 o 90 veces por minuto con cada pie. En una hora cada extremidad ha tocado el suelo más de 5.000 veces. Este golpeteo no es apto para seres que se están desarrollando, ni humanos ni perrunos.
Prepara a tu perro para correr en el futuro
El desarrollo de un cachorro es increíblemente rápido. Cuando llegue su primer año de vida podrás empezar a correr con él. Cuidarlo en su desarrollo es una pieza clave para tener un perro adulto sano y fuerte.
Hace unas semanas escribimos sobre cómo debe ser la alimentación de los perros cuando están en la etapa de crecimiento. Si tu perro es un cachorro todavía revisa nuestros consejos sobre cómo alimentarlo en esta etapa y ten un poco de paciencia.
Si el veterinario te da el visto bueno puedes empezar a correr con él a partir de los nueve meses.
Es importante que las primeras salidas sean muy cortas, de un par de kilómetros corriendo, simplemente para que se acostumbre al ejercicio. Empieza andando, sigue trotando muy suave, aumenta el ritmo unos minutos y vuelve al trote de nuevo. Ve alternando correr, andar y mira como reacciona tu perro.
4. Vigila las altas temperaturas, tu perro puede pasarlo muy mal
Con el buen tiempo a todos nos entran ganas de hacer deporte en exteriores, se disfruta mucho más que con las frías temperaturas del invierno. A todos los humanos, claro…
Los perros prefieren el frío, el invierno y las temperaturas bajas. Su pelaje les ayuda a mantener la temperatura estable en invierno, pero en verano… les sobra abrigo.
El sudor en los perros
Los perros están muy mal adaptados a las malas temperaturas. Si les exigimos un ejercicio intenso lo pasarán todavía peor, pues son incapaces de disipar calor de forma efectiva.
Los perros únicamente sudan por las almohadillas de las patas, algo insuficiente incluso sin hacer ejercicio.
Su método principal para la eliminación de calor es jadear, así que con el calor les resulta imposible termorregularse de manera efectiva. Debido a esta carencia fisiológica pueden surgir problemas de salud graves como un golpe de calor, que puede llegar a ser mortal.
La hidratación es imprescindible
Mi consejo, así como el de los expertos, es que a partir de los veinte grados lleves contigo siempre agua fresca y hagas paradas para que el animal beba. La diferencia en su bienestar practicando running contigo será drástica dependiendo de su nivel de hidratación y temperatura corporal.
Si la temperatura supera los veinticinco grados de temperatura y especialmente si hace sol, bajo ninguna circunstancia debes salir a correr acompañado de tu perro.
Y si aun así vas a salir no te olvides de correr por tierra o césped. El asfalto se pone por encima de setenta grados cuando le da el sol. Tú llevas zapatillas, pero él no.
5. Recuperación del perro runner
Para que tu perro pueda dar su mejor rendimiento en la carrera, así como para evitar problemas de salud, mi consejo es que controles tanto la parte previa como su recuperación posterior.
Los tiempos en las comidas
Nunca salgas a correr con tu perro si no ha pasado al menos una hora y media desde su última ingesta de comida.
Si coincide que tu perro ha comido y llega tu hora de salir de correr, déjalo en casa. Así evitarás que tenga problemas gástricos y de gases derivados de la acción conjunta del movimiento al correr y la digestión.
Por otra parte, después de correr debes esperar mínimo un cuarto de hora para darle agua y comida en cantidad, especialmente si hace calor y la actividad ha sido muy intensa. Tu perro querrá beber todo el agua del mundo, tragando aire en el proceso y pudiendo llegar a desarrollar una torsión estomacal, algo que puede llegar a causar una situación extremadamente grave.
Suplementación
Finalmente, si sales correr con tu perrito de forma frecuente, te recomiendo suplementar a tu perro en ácidos grasos esenciales omega 3:6:9 y vitaminas.
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Yo soy deportista habitual y también uso cápsulas de aceite de pescado para consumir más omega 3. Te recomiendo leer sobre el efecto de la DHA y la EPA en el organismo, especialmente en deportistas. Reducen los procesos inflamatorios de la rotura de fibras y el desgaste muscular.
También tienes suplementos en rollitos de pescado, si le gustan más a tu perrete que algo líquido.
Con una pequeña suplementación completamente natural ayudarás a que tu mejor amigo se recupere mejor del entrenamiento.
Cuida sus almohadillas
Del mismo modo que tus zapatillas se desgastan mucho más rápido corriendo, las almohadillas de tu perro sufren más con esta actividad. Poco a poco tu perro irá endureciéndolas de forma natural para resistir la tracción realizada al correr, pero nunca está de más cuidarlas.
Antes de salir a correr revisa bien las patas de tu perro y en especial sus almohadillas. Si detectas alguna herida o posible molestia en las mismas, es mejor ser precavido y dejarlo en casa reposando. Ponle un antiséptico específico para animales unos días y curará rápido.
Tras cada carrera, aprovecha para lavar sus almohadillas con un jabón especial para perros (ya te enseñamos algunos con PH específico para perros en nuestro artículo con consejos para bañar a tu perro en casa). De este modo conseguirás que sus almohadillas estén en perfecto estado para la siguiente sesión de running y evitarás cualquier posible infección.
Al veterinario con más frecuencia
Si ya de por sí es recomendable llevar con cierta periodicidad a tu perro al especialista, resulta todavía más crítico hacerlo cuando lo estamos sometiendo regularmente a un ejercicio de alta intensidad.
El veterinario es un gasto importante, pero toda prevención es poca para tu mejor amigo. Llévalo al menos cada seis meses y todos estaréis más tranquilos.
Y… ¡a correr!